Un Commit Cualquiera

Un Commit Cualquiera

Ramón y Nacho están sentados en el suelo, editando una imagen en Photoshop quince minutos antes de que la charla empiece. Nacho, de organización, no tiene mucha idea de Photoshop, pero Ramón le va dando instrucciones y la cosa parece que avanza. Si nadie te lo dice, no notarías que Ramón no ve casi nada.

Hay muchas historias que suceden de manera aleatoria cuando haces un evento para tanta gente. Cada año, con el cansancio post evento, los que hacemos esto nos olvidamos de registrarlas. Y es una pena.

Llevamos un tiempo haciendo eventos en el CEU San Pablo, llamándolo Commit los dos últimos años. Durante este tiempo nos hemos hecho amigos de toda la gente que a veces no notas que están ahí: los voluntarios, el personal de limpieza, los bedeles. Todos los años hacemos cincuenta tazas y camisetas de más, porque hay muchas gracias que dar. A veces, parece que cincuenta no serían bastantes.

Hay voluntarios que llevan cinco años repitiendo con nosotros – algunos ya se han graduado, y siguen viniendo. El técnico de sonido, se viene los dos días y se queda toda la tarde del sábado, hasta el final, a pesar de estar contratado sólo hasta mediodía. Se ha traído a la novia y comparte que tiene en casa todas las camisetas que hemos hecho hasta la fecha. Todas. Dice que se lo pasa bien.

Antonio, el bedel, se viene los dos días a echar una mano a pesar de haberse jubilado el año pasado. El primer año éramos un puñado de chavales que le andábamos descolocando las sillas por toda la universidad, y perdiendo algunas en el proceso. Hoy, hay cosas que no sabríamos hacer sin él – como aquella vez que vaciamos 140 sillas de una sala de exámenes, pero resultó que había un examen programado y tuvimos que restituir el aula a su estado original el día antes de Commit. Recolocar 140 sillas a su estado original, y sacar otras 140 de Dios sabe dónde.

Eso fue, literalmente, el pasado Jueves.

Una cita de la película Street Fighter "That was the worst day of your life. For me, it was Tuesday". Business as usual.

Abraham tiene una aplicación que cuenta los pasos que da. En una semana normal, camina unos 55.000 pasos. Durante la semana del evento ha dado 126.072, más que las dos semanas anteriores juntas. Los dos días del evento ha caminado prácticamente lo mismo que todo lo que hacía en una semana, y quemado unas 4.500 calorías.

Una captura de la aplicación de control de pasos de Abraham, comparando la semana del evento con la anterior,

Commit nos deja historias a todos, asistentes y organizadores por igual. Esto es parte de lo que nos llevamos: compañeros a los que vemos menos de lo que nos gustaría, amigos nuevos, e historias por las que merece la pena salir de casa.

A todos los que haceis esto posible, gracias.